De Nantes a los castillos: explore el Loira en moto

El Valle del Loira es famoso por sus castillos y sus paisajes declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO, pero también cuenta con algunas rutas ideales para motociclistas en busca de un gran paseo. En su camino de Nantes a Orleans, atravesará viñedos, bordeará las orillas del Loira y descubrirá ciudades históricas, mientras disfruta de itinerarios que combinan curvas, panoramas y patrimonio. ¡Se lo explicaremos!

Etapa 1: De Nantes a Angers (90 km)

Salida de Nantes

Su viaje comienza en Nantes, una ciudad moderna que sabe sacar partido de su rico pasado. Antes de ponerse en camino, puede visitar el Castillo de los Duques de Bretaña o pasear por el barrio medieval de Le Bouffay. Una vez sobre el sillín, tenga cuidado con el tráfico, que puede ser muy denso en las afueras de Nantes, sobre todo en hora punta. Conduzca despacio y tómese su tiempo para acostumbrarse al trazado de la carretera. Asegúrese de ir bien abastecido de combustible y equipado para afrontar este primer tramo de carretera con tranquilidad.

Descubrir Ancenis

Después de unos cuarenta kilómetros, la carretera se abre y le lleva a Ancenis, una pequeña ciudad que domina el Loira. Al cruzar el puente, saboreará la dulzura del Loira: un momento perfecto para apagar el motor unos instantes y admirar el paisaje. El castillo medieval de Ancenis, con su vista panorámica sobre el río, presenta el rico pasado histórico de la región. Si siente la necesidad de hacer una pausa, es el momento perfecto para degustar algunas especialidades locales o simplemente tomar un café antes de reemprender la marcha.

Llegada a Angers

Los últimos kilómetros hasta Angers son una buena muestra de las carreteras rurales de la región de Pays de la Loire, con tramos más ondulados y algunas curvas suaves. Al entrar en Angers, la imponente silueta de la fortaleza, con sus diecisiete torres, señala su destino. En su interior, el tapiz del Apocalipsis bien merece una visita. Pero Angers no es sólo patrimonio: su animado centro, sus calles peatonales y sus terrazas le ayudarán a relajarse tras su primer día de viaje. No olvide reservar su alojamiento si desea pernoctar en la zona, sobre todo en los meses de verano, cuando acuden en masa los visitantes.

Etapa 2: De Angers a Saumur (70 km)

La ruta del vino de Anjou

Súbase a la bicicleta y siga la D952, una agradable carretera que bordea el Loira. Las primeras curvas le darán confianza, ya que el paisaje se abre poco a poco a los viñedos. A su paso por la región de Anjou, verá hileras de viñas, algunas plantadas en laderas de suave pendiente. Si le gusta la enología, algunas fincas ofrecen visitas y degustaciones. Aunque la degustación la reservaremos para el pasajero, ¡y con moderación! El paisaje ondulado, jalonado de aldeas y torres de iglesias, realzará su avance hasta la ciudad de Saumur.

Llegada a Saumur y su castillo

A medida que se acerca a Saumur, la carretera comienza a ofrecer un panorama más marcado del Loira. El castillo de Saumur, encaramado en su saliente rocoso, domina la ciudad y constituye un telón de fondo extraordinario. Saumur también alberga la famosa escuela de caballería Cadre Noir, que podrá visitar si dispone de tiempo suficiente. Sus calles empedradas y sus casas de piedra toba le darán la impresión de retroceder en el tiempo. También aquí encontrará numerosos lugares donde comer y pasar la noche, tanto en el centro de la ciudad como en los alrededores.

Etapa 3: De Saumur a Tours (80 km)

Casas trogloditas y Museo de las Setas

Al salir de Saumur, la carretera le lleva a un mundo insólito: las casas trogloditas, excavadas en la roca toba. El cercano Musée du Champignon explica cómo estas cavidades subterráneas se utilizan también para cultivar setas. Esta breve digresión le dará una perspectiva diferente de la región y le permitirá hacer una pausa entre dos tramos de carretera.

El castillo de Chinon y su historia

De regreso a Chinon, disfrutará de sinuosas carreteras entre los viñedos locales, bordeando ocasionalmente el río Vienne. Chinon se revela a los pies de su fortaleza medieval, que tiene fama de haber acogido a Juana de Arco. La subida al castillo es fácil en moto, y las vistas de los alrededores merecen la pena. Si aún tiene tiempo y ganas, algunas bodegas de Chinon le abrirán sus puertas para presentarle sus tintos ligeros y afrutados.

Visitar Villandry y sus jardines

De camino a Tours, desvíese a Villandry. Sus jardines formales son famosos por su simetría y atractivo estético. La visita al castillo es opcional, pero contemplar la perfecta geometría de los parterres y huertos desde el mirador es un espectáculo en sí mismo. Como el tiempo vuela durante una jornada de motociclismo salpicada de visitas, no pierda de vista el reloj para no llegar a Tours en plena noche.

Etapa 4: De Tours a Blois (65 km)

Castillo de Langeais

Desde Tours, puede hacer una parada en Langeais, donde el castillo medieval y el puente levadizo recuerdan las luchas de poder de la Baja Edad Media. Es un viaje agradable, con poco tráfico, para que pueda disfrutar de las curvas y giros del camino. Durante la visita, descubrirá salas amuebladas que recrean el ambiente de la época, antes de volver a subirse a la moto y dirigirse un poco más lejos, hacia el valle real del Loira.

Azay-le-Rideau y su encantadora silueta

Continuando, se encuentra Azay-le-Rideau, una joya renacentista situada a orillas del Indre. El castillo se refleja en las tranquilas aguas, creando una estampa única. Podrá hacer algunas fotos, disfrutar de un tentempié o pasear por el parque. Las carreteras que conducen a Azay-le-Rideau son relativamente rectas, pero están salpicadas de pequeños pueblos donde podrá parar a repostar o simplemente charlar con los lugareños.

Llegada a Blois, ciudad real

En dirección norte, la carretera conduce a Blois, cuyo castillo real domina el Loira. El centro histórico ofrece casas con entramado de madera, calles adoquinadas y un ambiente acogedor. Los vestigios medievales se codean con la arquitectura renacentista, dejando entrever los diferentes periodos de la historia de la ciudad. Si se siente cansado, aquí encontrará todo tipo de alojamientos, desde hoteles hasta bed and breakfasts más íntimos.

Etapa 5: De Blois a Orleans (65 km)

Castillo de Chambord

La última parada es magnífica: el castillo de Chambord. Sus numerosas chimeneas y su imponente arquitectura se alzan en el corazón de un inmenso parque forestal. Las carreteras que conducen a él son relativamente anchas y agradables, aunque bastante concurridas en temporada alta. Al llegar, puede optar por aparcar un rato y visitar el edificio, en particular su famosa doble escalera de caracol atribuida a Leonardo da Vinci. Si simplemente prefiere disfrutar del aire libre, un paseo a pie o en bicicleta alrededor del castillo es una buena alternativa (¡olvídese de la moto!).

Castillo de Cheverny

Al volver a la carretera, desvíese para descubrir Cheverny, reconocible por su estilo clásico y su perfecta simetría. Inmortalizada por Hergé con el nombre de Moulinsart, esta propiedad familiar alberga magníficas habitaciones ricamente decoradas. El parque y sus perreras son testigos de la tradición de la caza con perros, que aún se practica hoy en día. Esta visita más íntima contrasta con la escala de Chambord, ofreciéndole dos facetas de la vida aristocrática de la época.

Descubrir Orleans y su historia

El último trayecto hasta Orleans pone el broche final a su viaje. Orleans, marcada por el heroísmo de Juana de Arco, posee una imponente catedral, un agradable centro urbano peatonal y numerosos monumentos conmemorativos de batallas pasadas. Aquí termina su viaje por el Loira. Puede quedarse a pasar la noche para explorar la ciudad más a fondo, o planear el regreso a casa si va justo de tiempo. En cualquier caso, Orleans es una buena manera de terminar esta aventura sobre dos ruedas.

El Valle del Loira disfruta de una primavera y un verano suaves de mayo a septiembre. Estos meses ofrecen días largos y un tiempo generalmente suave, ideal para disfrutar de las carreteras y visitar los castillos. El otoño también puede ser una buena opción si le gustan los colores cálidos de los viñedos, teniendo en cuenta que algunas visitas cierran antes.

Conclusión

Conducir de Nantes a Orleans por el Loira es una excelente manera de conocer el patrimonio cultural de Francia y disfrutar de una ruta salpicada de paisajes variados. Los castillos, todos únicos, cuentan su propia historia, mientras que los paisajes vinícolas y el río Loira ponen la nota bucólica a este viaje por carretera. En moto, tendrá más libertad para detenerse, desviarse o admirar un mirador. Cada uno de estos tramos está lleno de agradables sorpresas, ya sea una curva bien trazada, un pueblo pintoresco o un descubrimiento gastronómico.

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